Los ordenadores han cambiado nuestra forma de enfrentarnos con el mundo y los avances tecnológicos nos sorprenden cada día. Los niños sin embargo han nacido en un entorno donde todos estos avances son cotidianos y están mejor preparados que los adultos para emplearlos sin esfuerzo.
El mundo es un espacio grande y rico, repleto de lugares de interés, y culturas antiguas y modernas. También los niños tienen curiosidad por conocer el entorno que les rodea y, cómo no, muchos serán los lugares y culturas que despertarán su curiosidad y admiración.
No sabremos quiénes somos si no conocemos nuestra historia. No conoceremos el mundo que nos rodea si no conocemos su historia. ¿Y si la historia, además de didáctica, también es divertida para los niños?
No sabremos quiénes somos si no conocemos nuestra historia. No conoceremos el mundo que nos rodea si no conocemos su historia. ¿Y si la historia, además de didáctica, también es divertida para los niños?
Nada para desarrollar la imaginación de un niño como una buena historia de fantasía; o quizá de ciencia ficción; en ocasiones también de terror. En muchos casos estas historias acaban entreteniendo por igual a pequeños y grandes.
Los cuentos, las fábulas y los mitos forman parte de nuestra cultura y nos definen y diferencian de otras culturas. Si además estas historias entretienen a los niños, estamos ante una forma de saber que hará las delicias de grandes y pequeños.
Los cuentos, las fábulas y los mitos forman parte de nuestra cultura y nos definen y diferencian de otras culturas. Si además estas historias entretienen a los niños, estamos ante una forma de saber que hará las delicias de grandes y pequeños.
Los niños son como un libro en blanco. Dependiendo de la educación que reciban y el entorno en el que se desarrollen, se convertirán en una persona u otra el día de mañana.